963 450 315

Bésame mucho, corazón

Las personas que besan a menudo tienen una mayor frecuencia cardíaca y cuentan con una presión sanguínea mejor regulada, los besos ayudan a disminuirla contribuyendo al buen funcionamiento del órgano más importante del cuerpo humano.

 ¿Quién no ha oído alguna vez… Los besos de mamá todo lo curan? Siempre hemos pensado que se trataba de una leyenda urbana, que aunque resultaba efectiva se quedaba en eso, en pura anécdota. Pues bien, ahora diferentes estudios demuestran que no sólo el amor de madre es 100% sanador si no que cualquier tipo de demostración afectiva ayuda al corazón a funcionar mejor.

Principalmente estos estudios apuntan a la idea que cuando uno se siente querido o enamorado el cerebro segrega hormonas como la oxitocina o la dopamina, dos sustancias que nos ayudan a combatir el estrés, uno de los principales enemigos de la salud cardiovascular. Según un estudio llevado a cabo por la World Heart Federation (WHF), las personas con fuertes lazos afectivos mejoran entre dos y cuatro veces su capacidad para reponerse de determinadas enfermedades e incluso hacen que los enfermos con un entorno afectivo favorable responden mejor a los tratamientos de cardiopatías.

El amor junto  a la práctica de ejercicio regular unido a una alimentación saludable y al control de factores de riesgo como la diabetes, la presión arterial y los niveles de colesterol ayudan a tener el corazón contento y lo más importante, sano.